Iniciemos el año con la continuación de un análisis que inició aquí. Ahora revisemos a Harry Potter y las siete características necesarias en el Administrador de Proyectos que Linda Richter nos propone en brighthub.
1. El Administrador de Proyectos nunca debe pensar que está solo o que es el único capaz de realizar el trabajo.
Como señala Linda, en las primeras historias a partir del momento en que descubre que él es el niño que vivió, Harry desarrolla la idea de que esta solo en su misión. Y luego conforme crece va aprendiendo a identificar de sus tareas, a confiar en su equipo, e involucrar a todos los interesados. Esto es algo que los buenos administradores de proyectos ya saben.
2. Si debe pedir ayuda, asegúrese de haber identificado el proyecto primero.
Linda apunta al hecho de que tristemente Harry no es capaz de identificar cuál es su proyecto: en los primeros cuatro libros, se dedica a descubrir quién es en realidad, y solo hasta que está a punto de morir Dumbledore identifica el proyecto y se lo explica a Harry.
Sí, él también busca la inmortalidad, pero él sabe que Harry debe morir antes de que pueda lograrlo.
En el sexto libro, después de la muerte de Dumbledore, Harry decide aceptar el proyecto que Dumbledore le asigna. Pero, a dónde debe ir y que es exactamente lo que tiene que hacer sigue siendo un enigma para él. Harry nunca entiende lo que se ha trazado para él hasta poco antes de que entre en el bosque al final.
3. Si se requieren recursos, no hay que confiar en pequeños duendes.
Si bien es cierto que en este caso los recursos no son un problema porque tanto Voldemort como Harry pueden recurrir a un sinfín de oro para apoyar a sus respectivas misiones, la lección que nos enseña cualquier buen Administrador de Proyecto es hacer una parada en el Callejón Diagon antes de comenzar el proyecto, para adquirir o reemplazar cualquier cosa realmente valiosa que pueda ser requerida y evitar demoras.
4. Nunca hay que dejar que el alcance se salga de control.
Cuando Harry, Ron y Hermione finalmente se ponen a buscar los Horrocruxes, Harry es víctima de la corrupción del alcance y pasa mucho tiempo acampando en diversas áreas desoladas decidiendo cual debe ser su siguiente paso sin concentrarse en la identificación y destrucción de los Horrocruxes.
Además Harry también se obsesiona con las reliquias de la muerte debido a su interés en la Varita de Saúco. Teniendo en cuenta su propia varita ha sido destruida (otro riesgo, dicho sea de paso, que no fue previsto ni administrado).
Los muggles como nosotros, dice Linda, aprendemos a identificar los parámetros de nuestro proyecto, de preferencia con objetivos cuantificables: "Voldemort debe estar 100% muerto".
5. Administrar el cambio, pero no buscar la inmortalidad como meta.
Esta obsesión por las Reliquias, sin embargo, ayuda a Harry encontrar su verdadero carácter. Vemos que Voldemort está obsesionado con la inmortalidad. Dumbledore estaba obsesionado con la inmortalidad. Harry debe decidir si la inmortalidad es también su objetivo, o tal vez simplemente la restauración de la seguridad y la paz al reino mágico a través de una última derrota de Voldemort.
Este es el punto en el que Harry lucha con su carácter, identifica sus metas y reanuda su búsqueda. Cuando entierra a Dobby, vuelve a enfocarse en su plan de proyecto original.
Y Linda nos recuerda: aquellos de nosotros que trabajamos sin varitas debemos confiar en las técnicas de control del cambio.
6. Confiar en el equipo, y evitar estrangular al mejor asistente.
Las habilidades de colaboración de Harry son las que al final inclinan la balanza en su favor.
Tanto él como Voldemort cuentan con considerables recursos humanos:
Voldemort tiene a los Mortífagos, en especial a los Malfoy, a los dementores, a Bellatrix Lestrange, y a Colagusano. También tiene a los trolls y los gigantes.
Pero Voldemort hace un trabajo pobre comunicación y de confianza con sus subordinados. Quizás su más fiel seguidor haya sido Colagusano, que muere estrangulado por la misma mano que Voldemort le había dado. Al final asesina a Snape no porque sospeche de traición, sino porque quiere convertirse en amo de la Varita de Saúco.
Y si eso no fuera suficiente, también ha castiga a Lucius Malfoy asignando a Draco la misión de matar a Dumbledore.
En conjunto, esto demuestra una muy mala técnica de motivación a los miembros del equipo, y probablemente lo lleva a su caída final, que comienza cuando Narcissa Malfoy le dice que Harry está muerto.
En cambio, el equipo de Harry no sólo incluye sus dos mejores amigos, sino también el personal de Hogwarts, la Orden del Fénix, y el Ejército de Dumbledore. Los elfos trabajan con él, y tiene algún tipo de cooperación limitada de los duendes y los centauros. Todo el equipo coopera y se comunica bien, un factor clave en el éxito de cualquier proyecto.
Harry trabaja duro para asegurarse de que todo el mundo se siente apreciado.
De Harry podemos aprender los beneficios de interactuar con cada uno de nuestros diversos miembros del equipo para mantenerlos interesados y al máximo rendimiento.
7. Analizar los éxitos, especialmente si se tiene la apariencia de una serpiente.
Y, por supuesto, se necesitan las habilidades analíticas de cualquier Administrador de Proyectos de primer nivel. Harry se da cuenta de que la lealtad de la Varita de Saúco no está con Voldemort.
De esto podemos tomar lecciones para utilizar las herramientas que nos permitan analizar el estado del proyecto, por ejemplo el software de administración de proyectos para analizar las estrategias del equipo y crear gráficos de red.
Al final el proyecto de Harry se completa, a pesar de la falta de planificación y el fracaso total en la gestión de riesgos y las fallas en la gestión del alcance, a través de una colaboración efectiva y el trabajo en equipo.
Referencias: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Kobold_artlibre_jnl.jpg
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